Que la vida está muy dura todos los sabemos, que nos las vemos y nos las deseamos para llegar a fin de mes también es una verdad muy grande, que la mayoría de las familias españolas se aprietan el cinturón, es la cruda realidad.
Cuando el hambre aprieta, el ingenio se agudiza y lo que antes ni se nos pasaba por la cabeza hoy nos lo planteamos como una posibilidad, como por ejemplo salir de tu casa, de tu ciudad, de tu país en busca de nuevas alternativas de trabajo. Yo me lo plantee seriamente cuando al llegar el fin de mes, no tenía dinero para pagar el alquiler, entonces es cuando me di cuenta de que había tocado fondo y era el momento de tomar medidas.
Metí todo o que tenía en la maleta, lleve el coche a reciclaperezoso porque ya no tenía intención de regresas a España. Me costó mucho tomar la decisión, pero es que en estas condiciones no podría sobrevivir en este país, así que con la manta en la cabeza me enfrenté a mis temores y me metí en un avión rumbo al Reino Unido. ¿Por qué el Reino Unido? Pues no sé, quizás por cercanía, quizás porque era la opción más fácil, quizás porque era más barato… La verdad es que no lo sé, creo que me dejé convencer por la idea de que hablo perfectamente ingles y vi una oportunidad de éxito en ese aspecto.
No me puedo quejar, me fue bastante bien, encontré primero un trabajo de camarero en una heladería, algo temporal, solo para el verano, después acabé en un restaurante de comida rápida y por fin tuve la oportunidad de meterme en una empresa de mensajería en la que cobraba bastante más dinero que preparando hamburguesas. Allí estuve muy bien durante tres años, luego me ascendieron a encargado de zona y formalicé una relación con una compañera que hoy en día es mi mujer, somos padres de dos preciosos niños y hemos comprado una pequeña casa a las afueras de la ciudad. Ya llevo diez años aquí y no lo cambiaría por nada del mundo, aquí está mi vida y mi estabilidad.
A veces cuando se toca fondo y no se ven salidas, lo mejor es un cambio radical, porque en todos los cuentos e historias, lo mejor está por llegar. Yo tuve mucha suerte y por eso estoy muy agradecido.