Cuando tienes un negocio te dedicas a él en cuerpo y alma, si de verdad estas interesado en que funcione le pones todas las ganas y el empeño que puedes para prosperar y que todo vaya bien. En la familia tenemos un taller mecánico, empezó mi tatarabuelo con el negocio, él tenía un taller pequeñito en el pueblo en el que se arreglaban sobre todo tractoras y máquinas agrícolas de todo tipo. Con el paso de los años el pueblo ha ido creciendo y hoy es una ciudad bastante considerable y el taller creció al mismo ritmo. De mi tatarabuelo pasó a mi bisabuelo, de este a mi abuelo, de mi abuelo a mi padre y ahí estamos cogiendo el relevo.
Yo quiero modernizarlo un poco más, mi padre lo ha hecho muy bien durante este tiempo pero creo que deberíamos meter las últimas tecnologías, herramientas y máquinas nuevas y utilizar motores de busqueda de piezas de desguace para agilizar los trámites desde que se compra una pieza hasta que la recibimos. Deberíamos ir despacito pero con apuro, los demás talleres están modernizados y disponen de todo lo que yo quiero para el nuestro.
Creo que podríamos crecer otro poco utilizando últimas tecnologías, aunque sé que a mi padre no le agrada mucho la idea, el piensa que vamos a perder la esencia, lo que hace que seamos el taller más antiguo de la ciudad y el que más clientes tiene. Yo le digo que debemos de ir con los tiempos, que no podemos quedarnos estancados porque acabaremos obsoletos y que ya todo el mundo se mueve con la tecnología. El no es un profesional pero se mueve bien con el manejo de internet y de las redes sociales, ya que le dije que tendría que aprender para poder poner una página web del taller, así sernos más visibles y conseguiremos más clientes.
Aunque puso resistencia lo conseguí, abrimos nuestra propia página web en la que ofrecíamos nuestros servicios, además pusimos algunas promociones en revisiones y en cambios de aceite, también empezamos a vender algunos repuestos y algunas piezas que antes no teníamos y la verdad es que se ha notado, los clientes han crecido en los últimos meses en un treinta por ciento más, y eso me hace darme cuenta de que no me he equivocado, estoy colaborando con el negocio familiar que el día de mañana será mío.