La adolescencia siempre se cataloga como una de las etapas más difíciles que se atraviesan durante el crecimiento, puesto que se experimentan muchos cambios como los hormonales que sabemos que producen alteraciones, que algunos consideran bochornosos o incómodos y hace que desarrollen conductas irritantes. Claro que todos hemos pasado por ello, aunque algunos hayamos experimentáramos diferentes cosas.
Están recién saliendo de la niñez, en la que normalmente se es muy feliz, se está en tranquilidad porque se tiene la habilidad de vivir dentro de un mundo de fantasía, en donde cualquier cosa se puede transformar en lo que deseemos. Por eso siempre están desbordando de alegría llenos de energía, sin prestar mucha atención a los problemas que puedan ocurrir a su alrededor.
De a poca van saliendo de su burbuja al ir descubriendo el mundo real y cuan duro puede ser, entonces comienza la batalla por desafiar a todo lo que no esté conforme a lo que ellos piensan. En algunos casos se apodera de ellos la rebeldía, todo porque quieren que el mundo vuelva a ser lo que ellos desean, se les hace difícil explicarse, darse a entender y que acepten sus propuestas.
En función de ello, es que podemos ofrecerle la oportunidad de que diseñen un espacio en el que se sientan plenos y a gusto, que experimenten parte de la libertad que esperan y, a su vez, descubran que, hasta cierto punto, les apoyamos y sí los tenemos siempre en cuenta.
Todo a su gusto mientras no perjudique a nadie
Generalmente se comete el error de imponerles cosas que nosotros queremos que usen, como se hacía cuando aún eran niños, claro siempre se piensa en que se hace lo que es mejor para ellos. No obstante, se debe asimilar, internalizar el hecho de que ya no son unos bebés y que ya tienen su propia personalidad, sea o no de nuestro agrado, y que ya empiezan a tomar sus decisiones.
Un lugar donde fácilmente se ve todo esto representado es en su habitación. Una muy buena idea de darle apoyo y demostrarle que nos importan sus ideas es dejándole decorar su espacio. Puede contratar a un carpintero y que ellos le expliquen lo que quieren para decorar, así el resultado será lo que ellos anhelan reflejar o expresar y esto los hará sentir a gusto, valorados y seguros en su hogar.
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